Es hora de Leer!!

Me gusta leer,siempre ha sido así,aunque ahora no haga más que quejarme de que no tengo tiempo para hacerlo.
Dentro de mis recuerdos infantiles me veo disfrutando a la hora de la merienda de un bocadillo de nocilla y de un tomo de la enciclopedia del cómic: Zipi y Zape.
Imagino que era uno de mis placeres prohibidos a los 7 u 8 años y digo prohibidos porque mi padre tenía reglas en la mesa,(algo raro de decir en estos días donde a veces las normas en el núcleo familiar son inexistentes).Una de ellas era la de no leer mientras se comía acompañado, ya que el no prestarle atención a la otra persona era signo de mala educación,y ahora que lo pienso… tenía su lógica.

¿Cómo resolvíamos mi hermano y yo este conflicto?,pues bien,nos íbamos pasando la botella de Coca-cola y leyendo sus ingredientes,sí,lo sé…puede parecer muy raro o desesperado,también valía el bote de  ketchup,mayonesa,mantequilla…aunque en esa época y aún ahora, no entienda el significado del acidulante E-338 y el colorante E-150d.

Recuerdo también que me apunté a un taller de lectura en el colegio para aquellos niños a los que les costaba
leer con fluidez y sí…sólo me apunté para lucirme y así tener en mi poder todos los libros de la biblioteca.
No tendría que tener mucha edad porque recuerdo leer la saga del niño más inquieto que conozco y con una gran vida social:Teo,un niño pelirrojo que iba siempre de un lado para otro: Teo va de camping,Teo va al cole,Teo va al mercado…qué envidia me daba!!.

Algo que para mí era algo normal, y que ahora de mayor entiendo que ha sido un privilegio por vivir en una isla pequeña, era la biblio-bus.Creo recordar que venía una vez por semana,no sé si los sábados por la tarde… y así,entre libros de elige tu propia aventura, me pasaba el fin de semana decidiendo el futuro del protagonista.
Estos libros eran de lo más aprovechables, ya que según la opción que escogías, el libro tomaba un rumbo diferente.Aunque, he de reconocer, que si no me gustaba el resultado elegido, me hacía trampas a mí misma retrocediendo hasta la página en donde me había equivocado.Uhm,¿no sería estupendo tener este poder en la vida real?.
Después mi padre nos compró toda una colección de libros…mis preferidos unos que empezaban siempre de la misma manera… ¿Sabías qué? en donde aprendí por qué la luna parecía que nos perseguía cuando íbamos en coche o por qué se decía que los gatos tenían siete vidas.En esa colección no dejaban de estar los clásicos como el Fantasma de Canterville,Los tres mosqueteros y mi gran descubrimiento: Edgard Allan Poe y sus relatos: El gato negro,el pozo y el péndulo,corazón delator…a partir de ese momento empezaría mi relación con el género de terror.
Poco a poco me introduje en el mundo de la poesía,demasiado intimista y por qué no decirlo deprimente,pero que en esos momentos me sirvió de cura espiritual.Leía a Bécquer,Neruda,Lorca y Luis Cernuda.

Ya en el instituto disfrutaba con las clases de literatura y comenzaba a leer a Oscar Wilde en su etapa más hedonista:De profundis sería para siempre mi libro de mesilla .
Llegó la facultad y con ella miles de libros en inglés que tenía que leer a marchas forzadas.Algunos infumables que intentaré no citar para evitar herir sensibilidades y otros maravillosos como Macbeth,Frankestein o Moby Dick.
Llega la madurez,el trabajo y los compromisos,todos ellos dados de la mano, y ahora me encuentro aquí, forzando un libro a diez páginas diarias  y teniendo que leer las dos anteriores al día siguiente, para poder así seguir el argumento de una forma coherente.
Me gusta leer,siempre ha sido así,pero en donde antes sólo necesitaba un bocadillo de nocilla y un cómic para dejar volar mi imaginación,ahora sólo me queda pensar lo que sería capaz de imaginar …si tuviera todo el tiempo del mundo para leer!.